no recuerda ya el porqué el callar le es aledaño.
Esa voz enmudeció, entre otros aparejos
que le hacían vencedor al devenir de los años.
Soñaba sin añorar su ayer, a su pasado
mas no había llanto en su ser, nunca estuvo enamorado.
Hoy recuerda aquel placer de ser su dueño
pero los años le pesan y acallan sus sueños.
. bebe y resiste
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