jueves, 26 de mayo de 2011

El sabio viajero

Pasea hoy por el parque
un valiente del ayer
baila con la nada y el placer que
ni la almohada, ya le llegue a conocer.
El presente no le ampara,
tienen futuro predecible
manos, que sujetaron rifles
y ahora no pueden con cucharas.
Ojos que ya no mienten, lo hacían
al negar terribles pesadillas.
Sus lágrimas que antes corrían
ahora acarician sus mejillas.
Y le verás, sonriendo ante el futuro
te dolerá el desesperarte ante lo duro
de un oscuro devenir, pero seguro
sería un muro al que apoyarse y acudir.
Y sonreír con viejos cuentos
sacudir lo absurdo, gozar del viento
entonar viejas baladas,
es su cruzada, ganarle al tiempo.


bebe y resiste .

viernes, 20 de mayo de 2011

Melancolía

Payaso llorón..

El hombre
que lleva un sombrero en la cabeza,
va dando bandazos
por una calle oscura,
adoquinada,
húmeda
y maloliente.
El reflejo
de una luna impasible en un charco
muestra recuerdos y visiones.
El hombre,
que para volver a trazar su camino
indefectiblemente mira siempre hacia atrás,
para no volver a
cometer los mismos errores,
olvida así mirar al frente,
olvida mirar donde pisa.

Vuelve a tomar otra callejuela,
con la misma luna,
la misma humedad
y el mismo charco
que le hace retroceder
y empezar una y otra vez.
El hombre
que lleva sombrero en la cabeza,
es melancólico de por sí.

lunes, 16 de mayo de 2011

La danza de este ser

Te vi,
sentada entre mentiras.
Sollozabas tristeza,
bailaba tu garganta.
Me fui,
pero tu olor aún respira,
en mi almohada,
y me encanta.

La danza de este ser
que flirtea con cervezas
no la vas a conocer
tiene miedo a la belleza.

Reza y sueña con poder
volver a verse enloquecer,
a enmudecer con el placer
con tu reír y su pureza.

Pues se juró aunque con recelo
un adiós al alma y al querer
a cambio de boli y papel
y no más tormentas en su cielo.

. bebe y resiste

domingo, 8 de mayo de 2011

El dictador eterno.


Payaso llorón..

Se sabe de un dictador inmortal,
de un dictador eterno
que no libra batallas
ni con punta de espada
ni con arma letal de fuego.
Un dictador
que aniquila la razón
y embota los sentidos,
un jefe de estado
que no utiliza
más trono
que el de dos corazones juntos
o uno destrozado.
Ejerce su mandato
entre caricias y entre besos,
entre noches desenfrenadas
y entre ojos melancólicos
que no ven más allá de sus recuerdos.
Se intuye en una lágrima,
en una mirada o
en una despedida…
No morirá nunca,
no puede morir.
De él dependen nuestro frío
y nuestro calor, nuestro tiempo aquí.
Es un dictador, es el amor.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Sin velas ni viento

Lloran sus manos cansadas de soñar,
de implorar justicia, de batallas sin ganar.
De mirar, como se vicia el relojero
en que avance el tic-tac del maldito segundero.
De soñar despierto, despertar, 
que siga lloviendo,
de verse muerto en el lugar
donde no habita el lamento.
Siguen sin puerto sus intentos
de reír, ser como antaño.
Navío sin velas ni viento
perdido con veintidós años.

. bebe y resiste