domingo, 8 de mayo de 2011

El dictador eterno.


Payaso llorón..

Se sabe de un dictador inmortal,
de un dictador eterno
que no libra batallas
ni con punta de espada
ni con arma letal de fuego.
Un dictador
que aniquila la razón
y embota los sentidos,
un jefe de estado
que no utiliza
más trono
que el de dos corazones juntos
o uno destrozado.
Ejerce su mandato
entre caricias y entre besos,
entre noches desenfrenadas
y entre ojos melancólicos
que no ven más allá de sus recuerdos.
Se intuye en una lágrima,
en una mirada o
en una despedida…
No morirá nunca,
no puede morir.
De él dependen nuestro frío
y nuestro calor, nuestro tiempo aquí.
Es un dictador, es el amor.

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