Caminar por la incertidumbre,
es como intentar
caminar por el agua.
Probablemente
acabes ahogándote
o salvado por un barco pirata
de aguas turbulentas.
Sin embargo te atreves,
encomiendas tus pasos
a un Dios inexistente
y rezas al amor,
o a lo que tú crees que es amor,
o a lo primero que te permita
dar un paso más.
Somos náufragos,
tristes náufragos
que sobreviven
de islote en islote,
de madera en madera,
en tierras pequeñas y poco firmes.
Creemos creer
y tan sólo estamos soñando
cosas que nos gustarían
que fuesen verdad,
acogemos entre nuestros brazos,
esperanzas recién nacidas,
que no serán otra cosa
que dolores de cabeza para el futuro.
Así que todo es mentira,
y todo es verdad,
tu verdad,
tu mentira.
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