domingo, 19 de agosto de 2012

Terapia

Se sienta frente al papel,
esperando a que le hable.
Es un cruel amigo y fiel,
cicatriz, primero sable.

Saca tinta a su pesar,
pues arden sus cadenas,
por sus penas, que además,
no intuyen razones buenas.

Suena el cuco en la pared,
llevan horas conversando.
Parece menguar su sed,
su dolor quién sabe cuando.

Pero no escribe para sí,
le escucha la paciente hoja
aquel simple pozo sin fin
de penas que ya no mojan.

. bebe y resiste

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