viernes, 8 de julio de 2011

Recordar.

Payaso llorón..


Aquí,
sentado frente mi hoja en blanco,
enciendo un cigarrillo
y de entre el humo
distingo los ojos
de aquella chica
que me enamoró
durante aquel verano,
como brillaban.
Cuantas veces
soñamos recorrer
el mundo entero
cogidos de la mano.

Después de un par de caladas
entreveo la sonrisa
de aquella otra
que quise más que nadie
durante el año
de mi adolescencia perdida,
cuantas veces
nos juramos
envejecer juntos.

Se fueron,
me dejaron,
y sus sueños
reposan ahora
en los brazos de otro,
que quien sabe,
a lo mejor como yo,
también será el último.

Mis sueños
actualmente
despojados de recipiente
reposan
en el limbo de la espera.  
Despiertan y duermen
al ritmo
de las miradas
de la próxima piedra
que me hará volver a tropezar.
Pero quien sabe,
a lo mejor esta vez
aprendo a salta.
O a no olvidarme 
de quererme enamorar.

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