no hay espada capaz
que invada mi rabia escudada
ni hombre eficaz que la llevara.
Rara vez lloro despierto,
y le imploro al desierto
de mi amor desenfrenado,
que se moje y que muerto
pueda verme enamorado.
No sueño con musas,
ni vivo entre ellas,
no río ante excusas
ni canto a doncellas.
Mi triste fortuna:
el aullar diario.
Mi alma la luna,
soy lobo estepario
. bebe y resiste
No hay comentarios:
Publicar un comentario