por no aprender a navegarlos.
Navego perdido entre bares
con mis males, no querréis probarlos.
Os veo a todos con destino,
sin comprender bien la manera.
Sabéis que tenéis un sino,
y hondeáis vuestra bandera.
Y yo sigo perdido, y me miro,
y no veo el testigo de un niño
que no quiso sentir lo que escribo,
sólo quiso estar vivo.
Por eso tiño de engaño a mi faz,
y le apago la luz al recuerdo.
Por eso temo a la verdad,
y prefiero creer que estoy cuerdo.
bebe y resiste .
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