Frío.
Hace frío,
y esta cama
congelada
de hojas muertas
no calienta
las ganas
de volverse a levantar
otra vez.
El cielo,
el cielo se viste de naranja
cuando llega la pronta noche,
y rápido
otro café y otro cigarro,
para calentar las manos.
Y la niebla,
parece poder
cortarse
con un cuchillo,
es gelatina
sobre nuestras cabezas.
Noviembre,
Noviembre de hojas muertas
y algo de luz,
tiempo muerto por matar
y ganas de amar.
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