He pintado de luz
los cristales
de mis ventanas
para no ahogarme
en la oscuridad
que da
el pensarte y no tenerte.
He encadenado
las ganas de llorar
para que no puedas verme
y te he sonreído
para no tener que mentirte.
Y callo,
callo para seguir pensando
que todo es posible,
callo
para no batirme en duelo
con la respuesta
que da un final.
Y así
poco a poco
mis entrañas
se van llenando
de mariposas
que lo devoran todo,
las ganas de ti,
las ganas de mí.
Lo devoran todo,
hasta que me vuelves a sonreír.
No hay comentarios:
Publicar un comentario